Se jubila Maripi Botella, una entusiasta neuropediatra
El último día del año 2015 se jubilaba la doctora María Pilar Botella, tras toda una vida dedicada a la neuropediatría. Bilbaína de nacimiento, hizo la residencia en Sevilla y volvió con su marido (neurólogo) al norte para instalarse definitivamente en Txagorritxu (justo cuando nacía este hospital) como médico adjunto y más tarde como jefa de servicio.
Ella explica sonriente que siempre ha tenido ilusión por su trabajo, que no lo concibe sin vocación y entrega a los peques enfermos.
Reconoce abiertamente que lo más duro de su jubilación ha sido dejar a los niños…. y a sus familias. “Porque de todos aprendemos”, sostiene Maripi. Y añade que es muy importante la comunicación, algo que, dice, “se está perdiendo”.
Se jubila satisfecha porque deja un buen equipo (“formado y de calidad”) en Pediatría y porque cree firmemente en la OSI (“interesante e ilusionante”) pues, explica, “todos trabajamos por la misma causa”. “Siempre estaré para lo que necesiten”, concluye.