Luis Galera, la merecida jubilación de un hombre sereno

Él fue uno de los que ‘abrió’ Txagorritxu a finales de los setenta y que ahora, 38 años después, alcanza una merecida jubilación. Luis es un hombre tranquilo y sereno, querido por sus compañeros, “que se va con buen sabor de boca” y “muy agradecido” por los homenajes recibidos.

Él se formó en Madrid, su ciudad natal, e hizo la residencia en Santander. A la hora de elegir destino, dudó entre Segovia y Vitoria y se decantó por la capital vasca, “que estrenaba un hospital espectacular”.

“Siempre me he sentido partícipe en un hospital que lo he sentido como mío”, explica. Hace cuatro décadas eran ocho ginecólogos y hoy son más de treinta en un servicio muy bien organizado y coordinado con la Primaria. Recuerda Galera que ya en 1982 se creó la Unidad de Esterilidad “y que llevamos 25 años practicando inseminaciones; el primer hospital que las implantó”. Él siempre se ha encargado de la ginecología quirúrgica y de la fertilidad.

Ahora afronta una merecida jubilación dedicada a su afición montañera, a viajar, a leer y pasear. “Los recuerdos quedan dentro”, concluye sonriente.