Retos de la integración socio-sanitaria

IMG_0026Emilio Herrera Molina es un médico sevillano experto en planificación de programas de cuidados paliativos y de la integración de servicios sanitarios y sociales. Defiende el enfoque de la salud que aglutina los campos asistenciales y los servicios sociales, unido a la implicación de la comunidad.

Sobre estos temas giró su brillante conferencia, que ofreció el pasado 27 de enero en un repleto salón de actos del Edificio Santiago de la OSI Araba. Herrera es máster en gestión de servicios sanitarios y diplomado en alta dirección de empresas. Fue director de Atención Socio-sanitaria y Salud en el Gobierno de Extremadura. Actualmente, preside la New Health Foundation.

El doctor Herrera dijo que los sistemas sociales son “el hermano mayor y pobre” de la asistencia. Y lo ilustró así: en España, por cada millón de habitantes hay tres mil camas hospitalarias y nueve mil asistenciales, aunque el presupuesto de esta área es solo un tercio del anterior. Y ofreció un dato contundente: el 70% de las muertes en el mundo lo son como consecuencia de enfermedades crónicas.

Pero la crisis del sistema de salud no es un problema económico, matizó. “Contamos con unos sistemas públicos fragmentados y poco eficientes, que no se centran en la atención integral de la persona, no se adaptan a una sociedad cambiante y siguen anclados en el arte de curar”, añadió.

El objetivo no es reducir la atención hospitalaria, “sino darle la vuelta al sistema y encontrar un modelo que equilibre ambos”, explicó; y reconoce que los servicios hospitalarios y sociales no fueron creados para entenderse.

Ahora lo importante es trabajar conjuntamente, con un abordaje multidisciplinar, partiendo de la base de que el concepto salud es algo más que atención sanitaria. Tal como expone la Organización Mundial de la Salud, esta no es solo la ausencia de enfermedades, sino la capacidad de adaptarse para hacer frente a retos más amplios, “porque la integración es más una consecuencia que una causa”, apostilló el experto. Y, para terminar, resaltó el papel tan importante que juega la familia en el acompañamiento a personas en la fase final de la vida; e hizo mención a la red de ciudades compasivas, capaces de organizarse para ayudar a enfermos crónicos.