Pedro Mari Belakortu, presidente de la Asociación de Donantes de Sangre de Álava: 'Necesitamos seguir contando con la generosidad y compromiso de la ciudadanía'
Formada por personas voluntarias, la Asociación de Donantes de Sangre de Álava se dedica de manera altruista a difundir la necesidad y la importancia de la donación de sangre.
Gracias al acuerdo establecido con el Centro Vasco de Transfusiones y Tejidos Humanos de Osakidetza, la asociación está presente en los distintos centros de la OSI Araba, tanto de manera estable, en la 4ª planta del Ambulatorio Olaguibel, como puntualmente, con sus unidades móviles.
Pedro Mari Belakortu es el presidente de la Asociación de Donantes de Sangre de Álava desde hace poco más de dos años, aunque había ocupado distintos cargos en la junta directiva con anterioridad. El problema médico de un familiar llevó a este vitoriano a donar sangre por primera vez en 1975, y desde entonces ha sido un donante activo acudiendo siempre que se le ha solicitado.
Hablamos con él sobre la situación de las donaciones de sangre en Álava y sobre la asociación que preside.
¿En qué situación se encuentra Álava en cuanto a donantes de sangre? ¿Hay suficientes recursos?
“Los jóvenes son el semillero de las donaciones”
En Álava cubrimos nuestras necesidades. Según los datos de estos tres últimos años tenemos 20.800 donantes activos. En Euskadi necesitamos 400 donaciones diarias, lo que hace necesario el aumento de donaciones y, por supuesto, de donantes. Los jóvenes son quienes tienen que suplir esa necesidad. Ellos son el semillero de las donaciones.
¿Cuándo se necesita mayor cantidad de sangre a lo largo del año?
La sangre es imprescindible todo el año, pero en los períodos vacacionales aumentan las necesidades. El verano, la Navidad y Semana Santa son períodos críticos.
¿Cuál es el perfil de la persona donante? ¿Quién puede serlo?
El perfil del donante es una mujer o un hombre de entre 30 a 50 años. Puede ser donante toda aquella persona que esté sana, tenga 18 años y cumpla los parámetros médicos y físicos necesarios al realizar la donación. Siempre tendrá antes un examen con el médico responsable del servicio, que decide si la persona es apta o no para la donación.
Es frecuente asociar las donaciones con agujas, miedo, mareo... ¿cómo se puede positivizar el mensaje?
Efectivamente, algunas personas tienen miedo a las agujas, al dolor, a la sangre. Para hacer positivo el mensaje habría que decirles que solo es un pinchazo que no duele. Hay que convencerles de que su aportación ayuda a otras personas necesitadas de sangre. Es pensar que hoy por ti y mañana por mí.
¿En todos estos años qué ha ido cambiado en vuestra asociación?
En estos últimos años hemos aumentado la salida de las unidades móviles, se hacen campañas en barrios, centros cívicos, grandes superficies... Hay establecido un calendario de campañas de captación en distintos institutos de secundaria y formación profesional, Universidad… Nuestra coordinadora, Isabel Viloria, es el alma mater de este trabajo.
¿Qué próximos retos y objetivos tenéis fijados?
Los retos de cara al futuro son mantener el activo actual, los donantes, y sobre todo poder ampliar ese colectivo. Aumentar, a ser posible, las campañas de captación de sangre y lograr que cada persona donante aumente en una donación más al año el número de donaciones que realiza.
¿Crees que en el futuro dispondremos de sangre artificial como parece que ocurrirá con determinados órganos logrados con células madre?
De acuerdo a los avances que se van consiguiendo es muy posible que en el futuro tengamos sangre artificial. Pero, como hoy en día no es posible, necesitamos seguir contando con la generosidad y el compromiso de la ciudadanía. Dependemos unos de otros.
Deseo agradecer a todos los compañeros de la junta su trabajo durante todo el año, son una parte muy importante de la asociación. Además, aprovecho para animar a todo el personal de la OSI Araba a donar, ya que es muy necesario ese pequeño pero importante gesto de compromiso.